Profundamente romántico, sus modelos eran André Chenier et Byron. Como este partió a ayudar a los insurrectos, no griegos sino polacos en 1831. Allí fue herido y prisionero por parte de los austríacos.
Su padre, funcionario del ministerio de Hacienda, era un feroz adversario de los románticos, que ridiculizaba escribiendo el mismo poemas y parodias. Las relaciones de Jules Lefèvre con su padre eran muy difíciles; veamos el título de uno de sus primeros poemas El parricida, en 1819.
Fue muy admirado, joven, por la nueva generación, Alexandre Soumet y Víctor Hugo que se inspiró quizá de su poema Meditación de un proscrito sobre la pena de muerte para su Último día de un condenado.
Al final de su vida, en los años 1850, fue de los primeros en experimentar, el poema en prosa en su Libro del paseante. Se alineó con Napoleón III que lo nombró bibliotecario en el Elíseo, más tarde en las Tullerías.
Su verdadero apellido era Lefèvre, al que añadió Deumier en homenaje a una tía que le había legado su fortuna, bastante considerable. Se casó en febrero 1836, con la escultora y escritora Marie-Louise Roulleaux-Dugage, con quien tuvo dos hijos.
Obra poética:
–Meditaciones de un proscrito sobre la pena de muerte, 1919
–El parricida, seguido de otras poesías,1823
–El campanario de San-Marc, poema seguido de una oda sobre la muerte de Bonaparte y diversos fragmentos, 1825
– Diálogo de los vivos, 1828
–Confidencias, 1833
–La resurrección de Versalles, poema lírico, 1837
–Obras de un desocupado, las Vísperas de la abadía del Val poesía y prosa, 1842-1845
-Poesías por Jules Lefèvre-Deumier, 1844
–El libro del paseante o Los Meses y los Días, poemas en prosa, 1854
–La Pascua florida, poema lírico, 1856
-El toque de queda, últimas poesías, 1857
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