La recepcionista
del gabinete de
psicología
tiene un tonillo
inigualable
mas
no comparable
al de los sufridos
pacientes
a quienes
abre la puerta
y adentra
Con pasos
onerosos ellos
conscientes
de que
a través de
sus cuerdas vocales
su timbre de voz
resonará plúmbeo
monótono
apagado,
fiel reflejo de
su especial estado
En cambio ella
presunta ligera
de equipaje
transmite
una lasitud
interminable
¿Será
la importancia
aparente
que le otorgan
sus funciones?
Sus palabras emitidas
al descuelgue telefónico
son tan robóticas
tan lejanas
para el escuchante
que pienso
sinceramente
que no está
interpretando bien
su papel
o quizá
se abstrae
de tal manera de él
que se halla
en la tierra
de nadie
a medio camino
entre su porte empacado-ahuecado
pero también
insidioso-harinoso
Por todo lo dicho
creo que no
me equivoco
es la más loca
de todos
Deja una respuesta