Despeinada
y jorobada
se rifaba, celosa
la atención de clientes
más convenientes
o más necesitados
de sus servicios
Pretendía poner
entre sus manos
a la mayoría
En cambio, ellas
en posiciones estratégicas
la eludían
con falsas disculpas
Después de
denodados esfuerzos
cuando al fin conseguía
una presa
Con servil gesto
iniciaba
el ritual aprendido
haciendo
caso omiso
del gigante espejo
desposeído
de cualquier función
en su interior
Su tijera con brío
se acercaba
peligrosamente
al cuello
a la oreja
a la ceja
Ponía tanta atención
tanta concentración
que el resultado obtenido
aunque fuera óptimo
ni era percibido
Solo seguía
los pasos
obediente
al protocolo aprendido
La estética
y el gigante
permanecieron relegados
a un tercer plano
21-diciembre-2015
Alma Acróbata, 2018
(Cotidianidad)
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