Jack Kerouac

 

1922-1969

Considerado el padre de la Beat Generation y uno de los literatos estadounidenses más influyentes del siglo XX, Jack Kerouac siempre revindicó el francés como su primer idioma. En los últimos años, diversos hallazgos e investigaciones señalan cada vez más el apego y la importancia de dicha lengua en la vida y obra del escritor beat. Por lo tanto, ahora se puede decir, que es el autor más importante de la diáspora francocanadiense en Estados Unidos.
Jean-Louis Lebris de Kérouack, Jack Kerouac empezó a escribir a los diecisiete años y entre sus primeras influencias sobresalieron Ernest Hemingway, William Saroyan, Thomas Wolfe y Jack London, hasta el descubrimiento de Henry Miller, al que consideró su auténtico maestro. En 1940 se matriculó en la Universidad de Columbia, en Nueva York. Pero pronto abandonó los estudios para ingresar en el ejército, aunque sólo consiguió hacerlo en la marina mercante.
Escribió su primera novela, El campo y la ciudad, 1950 acerca de su experiencia y las dificultades para sobrevivir en la metrópoli. Luego deambuló con Neal Cassady por Estados Unidos, llegando hasta México, y escribió sobre las peripecias de ese viaje, incorporando a Cassady como figura central del texto: en sólo tres semanas concluyó su libro más famoso: En el camino, 1957, que inauguró una nueva manera literaria, en torno a la experiencia de la carretera, con el acompañamiento de la droga, el sexo, el jazz y la bebida.
Como estilo narrativo, creó asimismo el concepto de prosa espontánea, una manera de escribir casi en éxtasis, huyendo de las formalidades prosódicas para reflejar la realidad tal y como se manifiesta, con un mínimo empleo de la puntuación y dando preponderancia a la oralidad y los sonidos de las palabras. Desde estos presupuestos teóricos escribió en apenas diez días su novela El ángel subterráneo, 1958, cumbre de la narrativa lírica de su generación.
Además de fundar un movimiento literario, la prosa de Kerouac inspiró como ninguna otra a los jóvenes americanos de la época, para quienes la carretera se convirtió en sinónimo de libertad y aventura. Poco después empezó a interesarse por el budismo y viajó con el poeta Gary Snyder a Yosemite, California, en busca de la unidad con la naturaleza; de esta experiencia saldría otro de sus libros más conocidos, Los vagabundos del Dharma, 1958, donde describe las etapas del acceso a una nueva espiritualidad.
Escribió luego una mezcla de relato y ensayo sobre México, Tristessa, 1960, en el que este país aparece como un lugar simbólico, y los personajes entre los que se encuentra el propio autor encarnan principios como la salvación, el amor y la inmortalidad. Al mismo tiempo, en México escribió su mejor libro de poesía, Mexico City Blues, 1959, (242 poemas-fragmentos) que unió improvisando libremente las frases y dejando que el lenguaje se manifestara por su cuenta.
Cada vez más descontento consigo mismo y con el personaje público que sentía que no lo representaba, intentó en el decenio de los sesenta nuevas experiencias literarias que fueron otros tantos fracasos en relación a su obra anterior: Satori en París, 1966, un frustrado viaje iniciático a los orígenes de su familia bretona; Ángeles de desolación, 1967, verdadera elegía a los irrecuperables tiempos de la carretera, y La vanidad de Duluoz, 1968, inconexo intento de autobiografía, entonado a manera de réquiem.
Famoso a su pesar y emblema de las generaciones que siguieron a la suya, los excesos alcohólicos precipitaron su fin poco después de adoptar una decisión que se le antojaba salvadora: irse a vivir con su madre en la modesta casa que ella conservaba en Northport, Long Island.
Se conoce como Beat Generation a un movimiento literario formado por un grupo de amigos que desde mediados de los años cuarenta habían trabajado juntos escribiendo poesía y prosa, y que compartían una idea de cultura y aficiones o fuentes de inspiración similares, tales como el jazz.
El grupo inicial fue formado por Lucien Carr, Allen Ginsberg, William Burroughs y Jack Kerouac, los cuales se conocieron en la Universidad de Columbia (New York), conocidos como el trío básico de dicha generación; posteriormente se unirían Neal Cassady (Icono de la Generación), Herbert Huncke, John Clellon Holmes. En 1948 se unieron Carl Solomon y Philip Lamantia, en 1950 Gregory Corso y en 1954 Lawrence Ferlinghetti y Peter Orlovsky.
La palabra beat entre la comunidad afroestadounidense tenía el significado previo de cansado, o abatido, «beat down».
La propuesta de su uso para denominar esta comunidad de amigos y escritores surge durante una conversación entre Jack Kerouac y John Clellon Holmes en 1948, en la que Kerouac recuerda haber oído la expresión de Herbert Huncke, un conocido personaje de la época de vida marginal. La intención de sus miembros no era la de nombrarla, sino la de «desnombrarla». A la difusión del término también contribuyó que a finales de 1952 apareciera en el New York Times Magazine un artículo de John Clellon Holmes titulado «This is the Beat Generation».
Pero el término comenzó a utilizarse de tal manera, que en 1959 Kerouac consideró necesario sugerir otro sentido a la palabra beat, indicando sus relaciones con «beatitud» («upbeat») y «beatífico». Según el autor, el movimiento estaba atraído por la naturaleza de la conciencia orientada a la comprensión del pensamiento oriental, prácticas de meditación, etc.
Allen Ginsberg, uno de sus integrantes más famosos, observaba en el prólogo al libro The Beat Book, editado por Anne Waldman y Andrew Schelling, otro posible significado: acabado, completo, en la noche oscura del alma o en la nube del no saber. E incluso «abierto», en el sentido whitmaniano de «apertura a la humildad».
Entre la generación beat encontramos numerosas escritoras, muchas de ellas fueron tratadas con gran dureza por la sociedad estadounidense de esa época. El discurso transgresor y libertario del movimiento, temas como la libertad sexual y las adicciones, puestas en boca de una mujer, chocaba de frente con el conservadurismo moral del país, haciéndose más evidente en el caso de las mujeres. Si poetas beat como Allen Ginsberg eran tratados con rudeza por las autoridades, la represión social llegó en las poetas al extremo de que algunas de ellas fueron internadas en hospitales psiquiátricos por sus familiares y tratadas con electrochoques. Hubo también muertes trágicas como la de Elise Cowen, que se suicidó arrojándose de la ventana del apartamento de sus padres, o Joan Vollmer Adams, víctima accidental de un balazo de su esposo William Burroughs.
Entre las poetas beat más importantes se encuentran Diane di Prima, Ruth Weiss, Diane Wakoski, Leonore Kandel, Marge Piercy, Denise Levertov, y Elise Cowen.

 

Obra poética:

Mexico City Blues, 1959
La escritura de la eternidad dorada, 1960
Poemas dispersos, 1971
Libro de haikus, 2003

 

ESTA PRECIOSA CIUDAD BLANCA

Esta preciosa ciudad blanca
Al otro lado del país
No me resultará
Adecuada nunca más
He visto el movimiento del cielo
Dije «Esto es el fin»
Porque estaba cansado
de todos esos presagios
Y en cualquier momento en que
me necesites
Llama
estaré en el otro
extremo
Esperando
en la pared final

AUTOESTOPISTA

«Trato de llegar a la soleada California» –
¡Bum! Es esta horrenda trinchera
que le hace parecer un gángster imaginario
autoderrotado y autoasesinado, un idiota con
un lamentable abrigo, ¿cómo podrían comprender
mis empapadas mochilas -¿mis embarradas
mochilas?
«Mira, John, un autoestopista»
«Parece que tiene una pistola escondida
bajo ese abrigo del I.R.A.»
«Mira Fred, a ese hombre junto a la carretera»
«Algunos maníacos sexuales aparecieron
impresos
en 1938 en una revista porno»-
«Encontrarás su cadáver azul en una
edición sombreada de verde, con manchas de
hacha».

MI AMADA QUE NO QUIERE AMARME…

Mi amada que no quiere amarme:
Mi vida que no puede amarme:
Las seduzco a ambas.

Ella con mis besos rotundos…
(En la sonrisa de mi amada la aprobación del
cosmos)
La vida es mi arte…
(Protección frente a la muerte)
Así sin autorización vivo.
(¡Qué desgraciada teodicea!)

Uno no sabe-
Uno desea-
Lo que es la suma.

HAIKUS
Kerouac llegó al haiku a través de sus estudios de budismo, de la mano de su amigo Gary Snyder, un conocido poeta zen. Y de igual manera que revolucionó la novela tradicional con sus ideas sobre la “escritura espontánea”, también cambió la manera de entender el haiku: rechazó de plano la métrica estricta de diecisiete sílabas propia del haiku japonés, pero mantuvo en cambio la brevedad expresiva en tres líneas:

No telegram today
only more leaves
fell.

No hay telegramas hoy
sólo más hojas
que caen.

Nightfall,
boy smashing dandelions
with a stick.

Anochecer,
un chico destroza el diente de león
con un palo.

Missing a kick
at the icebox door
It closed anyway.

Yerra la patada
en la puerta de la nevera.
Se cierra igualmente.

Evening coming.
The office girl
unloosing her scarf.

Cae la tarde.
La chica de la oficina
se desata la bufanda.

In the sun
the butterfly wings
Like a church window

En el sol
las alas de la mariposa.
Como la vidriera de una iglesia.

 

Fuente: wikipedia.


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