Na Sobreira, lembranzas

Foto de onte, á tardiña

Deseos de una tarde de estío

Que la poesía
transforme la realidad
en emoción lírica

Que las palabras traspasen
el alma del lector
del oyente casual

Que la poesía sirva
para distanciarse
de todo paisaje acromático
a fin de emprender
un colorido -sutil- vuelo

¡Más allá de las nubes!

Sobreira, 28 de agosto 2019

Noite de meigas

De Lola, me llega
su serenidad
y timbrada voz
-Voz que dibuja sensaciones
libremente-

De Montse, me complace
su lúdica placidez
su armonía de cuerpo
y de espíritu

De Cris, saboreo
la parsimonia
con que paladea
sus certeras
palabras aterciopeladas

De Alicia, me regocija
esa fuerza creativa
esa lucidez crítica imparable

De Nila, comparto
su generoso entusiasmo
su afectividad
que contagia
en ímpetu oral

De Pattie, me atrae
su risueña voz
en complicidad
con el alma

De Élisabeth, disfruto
de su entrañable actitud
de su mirada acorde
a sus palabras

Meigas en acción:
Me conmovéis
Me regocijáis
Me atraéis

!!! No dejéis de crear jamás!!!

Jueves, 4 octubre 2019

Fallida excursión

Recuerda
era en Bretaña
aquella isla memorable
en donde se pone el sol
-Ineludible visita escolar-

La víspera
preparativos pertinentes
y al día siguiente, una cita
al despuntar el alba

Al arribar
la niebla se había apoderado
de la Naturaleza
y de los recintos

La humedad calaba
nuestras ropas
nuestros cuerpos
nuestros rostros

La inutilidad de la ansiada visita
nos obligó a retornar
al punto de partida
donde estaba varado el navío
que ahora parecía desaparecido

¿Recordáis?
Aquella bruma intensa
céltica, guerrera
nos abatió.
Inermes quedamos

Mucho antes de que
iniciáramos

El didáctico viaje

Rappel

De madrugada

De madrugada
Estridente llamada telefónica
Inoportuna
Moribunda voz
Al otro lado deletrea:
ES-TE-LAAAA
Y el teléfono se extingue.
¿También tú?

Por un instante imaginé que te habías muerto pronunciando mi nombre. Si así fuera, se cumplirían al fin mis melancólicas palabras, premonitorias que con fuerza te dirigí en mi poema, Daría:

Daría cualquier cosa
cuánto daría yo
si de tu boca escapara un suspiro
un lamento sentido
un nombre acaso,¡¡¡el mío!!!

Mas el tiempo transcurría y tú no lo proferías.
Si en este trance ahora, tu vida perdieras, sería preferible así tú te extinguirías y yo me recuperaría, me reconfortaría, me quedaría en paz. Ambos nos quedaríamos en paz eterna, más viva yo, yo, cobraría vida, tú no sé…

Sobreira, agosto de 2019


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