En el Recital de Poesía e Microrrelato en Vigo, 15 de febrero

El viernes pasado 15 de febrero, participé, como en otras ocasiones,  en el Recital mensual de Poesía e Microrrelato, realizado en O Galo do Vento, y organizado por María Villar. Como esta convocatoria ya está publicada en la red, me limito sólo a compartir lo recitado con quien quiera leerme.

Bailaor

Hiciste claqué y en el fragor del zapateo taconeaste con fuerza cambiando de ritmo e intensidad, con decisión, con la soltura de un profesional. Hubo braceo, zapateado y silencio.
Bailaste sobre mi cuerpo y lo interpretaste de manera tan mecánica, tan limpia, tan perfecta que tus movimientos se ejecutaron a milésimas luz de tu mente y de tu corazón.
Zapateaste no con saña pero sí con intensidades y frecuencias conocidas en tu andadura vital, sin reparar que ese mi tablao se había convertido en tarima de madera fina desde hacía lustros, y tú lo sabías. E insististe tercamente. No fue un baile de terciopelo.
Tu zapateado ensordece mis sentidos, ofende mis sentimientos. Mi irreconocible tablao quedó zaherido por todos los costados, mi corazón en harapos y mi mente observa atónita cómo has pisoteado mi cuerpo, mi alma, con cuántos movimientos frenéticos de piernas, de brazos, de manos, has triturado lo que había entre ambos.
Sin embargo, tú, respiraste aliviado tras la acometida contundente de dichos actos mecánicos, ejecutados con la indiferencia, con el automatismo del incierto hacer, esa maestría tuya adquirida durante décadas, enfundado en tu angosto atuendo de bailaor sobre improvisados tablaos callejeros.

13-4-05

Pálpito Súbito, 2014

Desde mi ventana

Perlas de lluvia
se posaron
en los cristales y
en mi corazón

A contraluz
contemplo
muchas casas
que han ingerido
montañas

Sobre los tejados
de edificios urbanos
despuntan
trémulas chimeneas
del confort

Antenas de telefonía
arañan mis ojos
mis vibraciones
y mi cuerpo

Recupero la armonía
con perlas de lluvia
empañando mi ventana

octubre-2015

Nubes

Ya vendrán más
lejana, pensaba yo

Cuando contemplaba
las instantáneas
que mi amiga
conocedora
de su inminente final
me mostraba
con ansiosa insistencia

Pasaron ya dos lustros
y ahora ellas
son el espejo de
tu constante presencia

4 de noviembre 2018

Cenicienta

Un día inesperado
Cenicienta dejó de
desempolvar fogones
de tragar culebras y sapos
de recibir
ásperos ademanes
de vestir
sucios harapos

Sin probar
el zapato de cristal
sin ocultos hechizos
sin pasar
insondables pruebas

Ese día inesperado
le esperaba la vida
con todas las puertas abiertas

2 de noviembre 2018


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