Así como
el desagradable viento
la súbita tormenta
la destemplanza
producida
el frío ambiente
nos mantiene
indiferentes
al saber que
estamos anclados
en la estación venidera
que promete prosperidad
e innumerables
cielos no plomizos
que constituirán
interminables días
de deleite
en tibias noches
estivales
Así uno sabe
por el contrario
en el ocaso
de su edad
que ciertas alteraciones
biológicas
psíquicas
son presagio
de futuras decadencias
hacia la estación
anticipada del olvido
Sobreira, 21 de julio
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