(El hombre de los zapatos aéreos)
Poeta ya a los 16 años, hace brillantes estudios y se distingue por sus versos en latín. Precoz, con una gran capacidad de asimilación y una originalidad, en 1870, su profesor de Retórica, Georges Izambard, lo alienta con sus ensayos poéticos.
Pero de carácter difícil, con tendencia a la fuga y a la rebeldía, escapa a París, después de la declaración de guerra, en lugar de presentarse al Bachillerato para aplaudir la caída del Imperio. Es arrestado porque viaja sin billete y será su profesor de Retórica quien lo libere de la prisión.
En sus siguientes poemas, ataca violentamente a Napoleón III, aunque compasivo con los niños pobres Les Effarés o los muertos de la guerra Le Dormeur du val.
Siempre ansioso por volver a París, le envía unos poemas a Verlaine, y este, entusiasmado, lo invita a París. Decide dejar la capital y le sigue a Bélgica e Inglaterra llevando una existencia errante, que inspira a Rimbaud algunas de sus Iluminaciones. Acaban separándose de manera violenta… (cfr. Biografía de Paul Verlaine).
La vida que lleva a partir de ahora al margen de la moral y de la sociedad no es más que el aspecto exterior de una prodigiosa aventura: la aventura del vidente:
Hay que hacerse vidente. El poeta se hace por un largo, inmenso y razonado desarreglo de todos los sentidos…
Conocido también como El hombre de zapatos aéreos, viaja a las Indias neerlandesas (1876), a Europa (1877), a Egipto y Chipre (1878-1879), a África, a Arabia…hasta que vuelve a Francia (1891).
Obra poética:
-Poesías, 1863-1869
–Una temporada en el Infierno, 1873
–El barco ebrio, 1871
-Iluminaciones, 1874
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