Luis Rosales

1910-1992

Luis Rosales Camacho, fue un poeta y ensayista español de la Generación de posguerra, Miembro de la RAE desde 1962. Obtuvo el Premio Cervantes en 1982 por el conjunto de su obra literaria.
Nació en Granada un 31 de mayo en 1910, en el seno de una familia conservadora. En 1930 se traslada a Madrid para estudiar Filosofía y Letras, obteniendo el doctorado.
Inició su actividad literaria en la revista Cruz y Raya, dirigida por Pablo Neruda y José Bergamín.
En la capital de España, entabla amistad con Luis Felipe Vivanco, Leopoldo Panero, Dionisio Ridruejo y José García Nieto, llamados garcilasistas por su inclinación hacia las formas clásicas e influencia de Garcilaso de la Vega.
Será entonces cuando se convierte en la cabeza de la mal llamada, a mi entender, Generación del 36 y en uno de los máximos exponentes de la denominada poesía arraigada, intimista y defensora del Imperio.
Por estas fechas, conoce también a César Vallejo, el poeta peruano cuya obra había de causar honda mella en varios poetas del momento.
En 1935 aparece Abril, su primer libro de poemas, inspirado en la relación amorosa que mantuvo con una compañera de facultad.
En agosto de 1936, recién iniciada la Guerra civil española, arrestan en su casa de Granada a su amigo García Lorca, que se había refugiado en ella, pese a que Rosales había obtenido garantías de respetarlo por parte de las autoridades rebeldes.
Sus gestiones y las de sus hermanos no consiguen impedir el fusilamiento de su amigo, además les suponen la expulsión breve del partido falangista y una fuerte multa.
LEYENDA: Existe una leyenda negra contra Luis Rosales, consistente en su participación en el asesinato de Lorca. Importantes historiadores han demostrado no sólo que no tuvo nada que ver, sino que su afán por salvarlo pudo costarle a él la vida. A Rosales le condenaron a muerte, pero se salvó gracias al falangista Narciso Perales, que terció en su favor pagando una multa de 40000 duros.
Inicia su actuación como secretario de la revista Escorial dirigida por Dionisio Ridruejo. Comienza su labor investigadora en los manuscritos de la Biblioteca Nacional de la que surgirán importantes trabajos sobre el Siglo de Oro español como la Antología poética de Juan de Tassis, Conde de Villamediana publicada en 1944, autor al que dedicará su discurso de ingreso en la Real Academia de la Lengua en 1964.
Publica La casa encendida, en edición de Cultura Hispánica, ilustrada por José Caballero por la que recibe el Premio Nacional de Poesía de 1949.
Este poemario es un poema-libro, escrito en verso libre sin estrofas, donde Rosales entremezcla lirismo y narración, existencialismo e imaginación.
En 1960 publica, en dos volúmenes y prologado por Ramón Menéndez Pidal, su ensayo Cervantes y la libertad.
La obra de Luis Rosales, fue evolucionando desde un clasicismo a un estilo propio. Se suelen distinguir dos periodos en su obra, una más preocupadas por cuestiones estéticas, cercana al clasicismo garcilasista, y otra de experimentación vanguardista. Ambas se funden en La casa encendida, donde la estética ya no suponen una preocupación, sino el ejercicio de técnicas que ya domina.
Ideológicamente fue evolucionando desde las ideas autoritarias de su juventud hacia posiciones democráticas en su madurez.

N.B: Por lo que respecta a la Poesía de la Generación de posguerra, dos tendencias: Poesía arraigada y poesía desarraigada. La catalogación de la misma por parte del crítico y poeta Dámaso Alonso (Los hijos de la ira, 1944). Distingue entre poetas arraigados (identificados con el franquismo y además con una visión del mundo idealizada. En torno a la revista Escorial y Garcilaso) y poetas desarraigados (opuestos al mismo, el mundo es un caos y angustia, su revista Espadaña).

Este poemario, de Dámaso Alonso Los hijos de la ira, junto con Sombra del paraíso de Vicente Aleixandre son considerados el punto de partida de la poesía española actual, con claras conexiones con el existencialismo.

Obra poética:
Abril, 1935
• La mejor reina de España. Figuración en prosa y verso, 1939
Retablo sacro del nacimiento del Señor ,1940
El contenido del corazón, 1941 poemas en prosa
La casa encendida, 1949. Premio Nacional de Poesía
Rimas,1951, obtuvo el Premio Nacional de Literatura;
Cómo el corte hace sangre (Rimas del último día);
El sentimiento del desengaño en la poesía barroca, 1966
Teoría de la libertad y lírica española, 1972
Diario de una resurrección, 1979
Un rostro en cada ola, 1982
La carta entera, 1980-1984

En 1973 obtuvo, ex aequo con A Gallego Morell, el Premio Nacional de Literatura Miguel de Unamuno
En 1962 ingresó en la RAE aunque no leyó su discurso de ingreso hasta 1964. Desde ella luchará por la unidad de la lengua española y destacará su defensa de los clásicos Toda esta labor se verá reflejada en su antología sobre la «Poesía española del Siglo de Oro», que publica el año 1970.
En 1982 es galardonado con el Premio Cervantes de Literatura. Ese mismo año se le concede la distinción Prometeo de plata. Un año después, se le rendirá homenaje en la II Feria de la Poesía de Madrid.
Muere en Madrid el 24 de octubre de 1992 a la edad de 82 años. Sus restos descansan en el cementerio de Cercedilla.

Cuando vivimos tanto
que hay que pagar exceso,
hay algo en el amor
como una luz suicida,
tal vez es sólo eso,
y hay amores que duran algo menos que un beso
y besos que han durado algo más que una vida

Diario de una resurrección

Selección poética:

Y escribir tu silencio sobre el agua

No sé si es sombra en el cristal, si es sólo
calor que empaña un brillo; nadie sabe
si es de vuelo este pájaro o de llanto;
nadie le oprime con su mano, nunca
le he sentido latir, y está cayendo
como sombra de lluvia, dentro y dulce,
del bosque de la sangre, hasta dejarla
casi acuñada y vegetal, tranquila.
No sé, siempre es así, tu voz me llega
como el aire de Marzo en un espejo,
como el paso que mueve una cortina
detrás de la mirada; ya me siento
oscuro y casi andado; no sé cómo
voy a llegar, buscándote, hasta el centro
de nuestro corazón, y allí decirte,
madre, que yo he de hacer en tanto viva,
que no te quedes huérfana de hijo,
que no te quedes sola allá en tu cielo,
que no te falte yo como me faltas.

La transfiguración

Siento tu cuerpo entero junto al mío;
tu carne
es
como un ascua,
fresca e imprescindible
que está fluyendo hacia
mi cuerpo, por un puente
de miel lenta y silábica.
Hay un solo momento en que se junta
el cuerpo con el alma,
y se sienten recíprocos,
y viven
su trasfiguración,
y se adelantan
el uno al otro en una misma entrega,
desde su mismo origen deseada.
Siento tus labios en mis labios, siento
tu piel desnuda y ávida,
y siento,
¡al fin!
esa frescura súbita

como una llamarada
de eternidad, en que la carne deja
de serlo y se desata,
se dispersa en el vuelo,
y va cayendo
en la tierra sonámbula
de tu cuerpo que cede interminable-
mente cediendo,
hasta
que el vuelo acaba y ya la carne queda
quieta, milagreada,
y me devuelve al cuerpo,
y todo ha sido
un pasmo, un rebrillar y luego nada.

Autobiografía

Como el náufrago metódico que contase las olas
que faltan para morir,
y las contase, y las volviese a contar, para evitar
errores, hasta la última,
hasta aquella que tiene la estatura de un niño
y le besa y le cubre la frente,
así he vivido yo con una vaga prudencia de
caballo de cartón en el baño,
sabiendo que jamás me he equivocado en nada,
sino en las cosas que yo más quería.


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