El movimiento surrealista se inició en París, en 1924, con la publicación del «Manifiesto surrealista» por André Breton. Se podría resumir diciendo que abarca el conjunto de los procesos de creación y de expresión utilizando las fuerzas psíquicas (automatismo, hipnosis, sueño, inconsciente) liberadas del control de la razón y en lucha con los valores recibidos. Se caracteriza por ser interdisciplinar (pintura, escultura, objetos, collage, cine, vestuario…) y por la importante colaboración entre sus miembros.
Gracias a este movimiento, la Poesía se liberó de corsés innecesarios, y se transformó, olvidando las antiguas métricas y cobrando una libertad inusitada.
Declaración del 27 de enero de 1925
(Después del Manifiesto surrealista de 1924).
Nos vemos obligados a declarar, como consecuencia de la banal crítica literaria, dramática, filosófica, exegética e incluso teológica contemporánea:
1º No tenemos nada que ver con la literatura
Pero somos capaces, si es necesario de servirnos de ella como todo el mundo.
2º El SURREALISMO no es un medio de expresión nuevo o más fácil, ni siquiera una metafísica de la poesía;
Es un medio de liberación del espíritu y de todo lo se le asemeja.
3º Estamos decididos a hacer una Revolución.
4º Hemos unido la palabra SURREALISMO A LA PALABRA REVOLUCIÓN únicamente para demostrar el carácter desinteresado, despegado, e incluso del todo desesperado, de esta revolución.
5º No pretendemos cambiar nada de los hábitos de los hombres, sino mostrarles la fragilidad de sus pensamientos, y sobre qué bases movedizas, sobre qué cuevas, han fijado sus trémulas casas.
6º Lanzamos a la Sociedad esta solemne advertencia:
Que tenga cuidado con sus desvaríos, a cada falso paso de su espíritu, estaremos ahí.
7º En cada giro de su pensamiento, la Sociedad nos encontrará.
8º Somos especialistas de la Rebeldía.
No existe ningún medio de acción que no seamos capaces, en caso de necesidad, de emplear.
9º Decimos precisamente al mundo occidental:
El SURREALISMO existe
-pero ¿qué es este nuevo -ismo que cuelga ahora de nosotros?
-El SURREALISMO no es una forma poética.
Es un grito del espíritu que vuelve sobre sí mismo y está muy decidido a triturar con desesperación sus trabas,
Y si hace falta con martillos materiales.
De la Oficina de Investigaciones Surrealistas 15, Rue de Grenelle
Louis Aragon, Antonin Artaud, Jacques Baron, Joe Bousquet, J. A. Boillard, André Breton, Jean Carrive, René Crevel, Robert Desnos, Paul Éluard, Max Ernest, T. Fraenkel, Francis Gérard, Michel Leiris, Georges Limbour, Mathias Lübec, Georges Malkine, André Masson, Max Morise, Pierre Naville, Marcel Noll, Benjamin Péret, Raymond Quéneau, Philippe Soupault, Dede Soubeau, Roland Tual.
NOTAS SOBRE LA POESÍA
…
Preámbulo
La existencia de la poesía es cierta en esencia; debemos enorgullecernos con ella. En este punto, se parece al Diablo.
Podemos ser sordos a ella, ciegos a Él -las consecuencias son sensibles-.
Pero lo que todo el mundo puede certificar y que queremos que sea centro y símbolo vigoroso de la poca razón que tenemos por ser nosotros.
Un poema debe ser una debacle del intelecto. No puede ser otra cosa.
Débâcle: un “sálvese quien pueda”, pero solemne, convincente; imagen de lo que debería ser, del estado en donde los esfuerzos ya no cuentan.
Arruinamos cosas acometiéndolas o representandolas en su más puro estado.
Aquí, la facultad del lenguaje, y su fenómeno inverso: el terremoto, la identidad de cosas que separa. Alejamos jugarretas cotidianas. Alteramos lo máximo posible el lenguaje.
Después de la debacle, todo recomienza…
En el poeta:
La oreja ríe,
La boca maldice;
Es la inteligencia, el despertar que mata;
Es el sueño que ensueña y ve claro;
Es la imagen y el fantasma quienes cierran los ojos.
Se han creado la carencia y la laguna.
Algunos hombre tienen de la poesía una idea tan vaga que la ambigüedad misma de esta idea en los otros es para ellos la definición de poesía.
André Breton y Paul Éluard ( fragmento)
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