De sa fourrure blonde et brune
Sort un parfum si doux, qu´un soir
J´en fus embaumé, pour l´avoir
Caressé une fois, rien qu´une
C´est l´esprit familier du lieu ;
Il juge, il préside, il inspire
Toutes choses dans son empire ;
Peut-être est-il fée, est-il dieu.
Quand mes yeux vers ce chat que j´aime
Tirés comme par un aimant,
Se retournent docilement
Et que je regarde en moi-même.
Je vois avec étonnement
Le feu de ses prunelle pâles,
Clairs fanaux, vivantes opales,
Qui me contemplent fixement.
Les fleurs du mal, Le chat II, 1857
El espíritu familiar
De su pelaje blondo y pardo
Sale un perfume tan dulce, que una noche
Fui embalsamado por él, por haberlo
Acariciado una vez, solo una.
Es el espíritu familiar del lugar;
Juzga, preside, inspira
Todas las cosas en su imperio;
Acaso sea hada, acaso sea dios.
Cuando mis ojos hacia este gato que amo
Atraídos como por un imán,
Se vuelcan dócilmente
Y al que en mí-mismo observo,
Veo con sorpresa
El fuego de sus pupilas pálidas,
Claros fanales, ópalos vívidos
Que me contemplan fijamente
Las flores del mal, El gato II, 1857
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