En mi habitual paseo
por la antigua fortaleza militar
-población castreña antaño
de innegable
posición estratégica-
En el costado izquierdo
contra el pináculo
de granito eréctil
que enmarca
el anónimo cuadro
la acuarela viva
en que se convirtió
este insuperable
paisaje marítimo
Hoy
hay una ausencia
el hombre y la mujer
que se besan
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